La fantasía es la llave de la evolución
(Simone Moro/Alpinista)



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(Cuaderno de Bitácora)

martes, 8 de diciembre de 2009

Rumbo al Norte VII. Concarneau.Quimper.Punta Raz

Son las 10:10 h. de la mañana del día 25 de Agosto. Hemos llegado a Concarneau donde tenemos una temperatura de 18º y cielo despejado. En apenas una hora la temperatura ha subido cuatro grados. Estamos en Armor, región del mar. Una parte del litoral bretón, rocoso, recortado y con estuarios característicos. Conarneau, llamada la Perla del Océano, es una ciudad costera antigua plaza fuerte de Bretaña. Ciudad amuralla, la Ville Close, que ha conservado hasta nuestros días su rico patrimonio arquetectónico. Fue construida en un islote rocoso apartir del s. XVI.

Para poder visitar sus calles comerciales, plazas y jardines y su casas con entramado de madera repletas de historia, hay que acceder al interior de la fortificación por el único puente existente.

El destino de Concarneau ha estado siempre ligado a las actividades portuarias que son su fuente de riqueza. Los barcos costeros desembarcan su pesca a diario.
Pero también cuenta con un importante puerto deportivo, ya que es un reconocido destino turístico.
Finalizada la visita y las pertinentes compras salimos hacia Quimper. Son las 12:15h.

Esta ciudad es la capital de Cornualles, en la región de Finistère. Es una de las joyas de Bretaña. Un encantador lugar, en palabras de Flaubert, que se encuentra en la desembocadura de los ríos Ster, Jet y Odet.

La catedral de Saint Corentin fue construida entre los siglos XIII y XIX es un buen ejemplo del gótico de Bretaña pero con una clara influecia normanda en su grandes arcos con abundantes molduras. Sus dos torres son de estilo anglo-normando muy extendido en Bretaña.
Desde la catedral nos adentramos por la calle Kèrèon hasta el mercado Saint-François, muestra del arte contemporáneo cuya estructura tiene forma de casco de barco invertida.
Antes de seguir la vsita comemos justo a su lado en "Autor des Halles" (absolutamente recomendable). Ensalada (aquí son tremendas) y un buenísimo entrecotte, postre y noisette (café cortado) 14,10€/persona con bierre incluida.
En Quimper hay que perderse por sus calles, Guéaudet, Saint-Nicolas con sus escalinatas, avenidas de Locmaría, hasta la iglesia Notre-Dame, el monumento más antiguo de Quimper, se remonta al siglo XI. Pero la casa más bonita de Quimper es "Le Minuellou" en la calle Sallé.




Pero otros bellos lugares de Bretaña nos esperan. Son las 16.00 y nuestro destino está en "Pointe du Raz" (Plogoff). Un espolón rocoso de 72 metros de altitud contra el que el mar rompe de forma sobrecogedora. Las olas rompen contra las rocas para caer en un tremendo remolino llamado "el Infiero de Plogoff". El acantilado desciende hasta internarse en el mar frente la bonito faro La Vieille. A 8 millas aparece la isla de Sein, rodeada de arrecifes. Es uno de los parajes marinos más peligrosos de Europa.
Es la bahía de los Difuntos, que separa las dos puntas del cabo Sizun, simboliza desde tiempos remotos el punto de partida hacia el más allá.
Después de comprar unos faros de recuerdo y tomar unas cervezas, salimos dirección a Brest, pero antes abonaremos los 6€ del precio del parking cuyo destino es mantener este precioso lugar para futuras generaciones.

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