La fantasía es la llave de la evolución
(Simone Moro/Alpinista)



¡Bárez qué lugarez!
(Cuaderno de Bitácora)

martes, 29 de septiembre de 2009

Rumbo al Norte II . Nantes

Día 21 de Agosto. (Bordeaux – Nantes).

09:30 h. / Con todas las necesidades fisiológicas cubiertas y un buen desayuno por 4,50€ en el mismo hotel nos ponemos en marcha. El destino es Nantes, 335 kilómetros, algo más de 3 horas de viaje.
Dejamos atrás la “Belle Au Bois Dormant” (Bella Durmiente) que es como se le conoce a Bordeaux, cruzando el río Garona. Tiene la particularidad de fluir en ambos sentidos según la fuerza de las mareas. Es una ancha vía fluvial cuyas orillas ha unido la ingeniería humana con una serie de grandes puentes como este de Sévres por el que pasamos. Representa el progreso.
Nos adentramos en Aquitania, tierra de vino y cognac. Aquitania se beneficia con la suavidad del clima oceánico y con la corriente cálida del Gulf Stream.
11:00 h. / Retención (¡Bouchon!). Nos adelanta una ambulancia y los Bomberos por el arcén. Pasado un rato llegamos al nudo de la retención. Accidente. Colisión múltiple con cuatro vehículos implicados. Los bomberos están intentando rescatar a alguien de uno de los coches. Es la cruda realidad de la carretera.
Nos hace recordar la cuestión de la seguridad y atención. Lo importante de un viaje es regresar a casa a contarlo. La carretera arrebata demasiadas vidas; y después por ese mismo punto mortal seguirán pasando miles y miles de vehículos con la indiferencia de la ignorancia. Los muertos son de otros.
Me sumo en estas reflexiones con la música de Andrés Calamaro de fondo y la vista perdida en el paisaje. Van sucediéndose letreros indicando el territorio por donde pasamos.

11:20 h. / Dejamos la ruta hacia París que lleva mucho tráfico y no es la nuestra. Nosotros rodearemos Nord por el norte para seguir hacia Nantes. 20º Cielo despejado.
El paisaje está compuesto de grandes campos de maíz y girasoles. Algunos árboles y granjas dispersas ponen el punto humano.
12:15 h./ Departamento de Loira Atlántico (el país del buen vivir: Situada en el noreste de Francia, justo al sur de la Bretaña, la región del Loira Atlántico, formada por cinco provincias, encierra ciudades llenas de historia (Le Mans, Angers, Nantes…), castillos donde pernoctar, abadías maravillosas, ríos navegables y paisajes generosos. Todo ello acompañado de una gastronomía única y de gente hospitalaria que ama el buen vivir.) a 30 km. de Nantes. El paisaje ha ido cambiando, se ha vuelto más boscoso y verde en una bonita combinación cromática con las formas caprichosas de las nubes y la luz del sol a través de ellas. 21º.
13:30 h. / Por fin Nantes Centro. Algún problemilla para aparcar. Los parkings son muy bajos para la furgoneta. Conseguimos aparcar junto al Mercado. Es zona de pago, 3,90€ por 2 horas.

Nantes. Capital de Bretaña hasta la II Guerra Mundial.
Según su guía turística, es una ciudad innovadora con mucho brío y movimiento. Un dato curioso, “la mitad de su población tiene menos de 40 años”.
Esto le confiere un gran futuro. Nantes es una ciudad abierta al mundo, con un gran patrimonio arquitectónico y preciosos jardines.
Fue fundada por los celtas en el 70ac. Durante el siglo XVIII fue el puerto más importante de Francia y se encuentra a orillas del Loira ¡a 55 kilómetros del Atlántico!.
La “Rue General Lecrerc” llaga hasta la Catedral de St. Pierre e St. Paul. Estilo gótico flamígero. En ella se encuentra la tumba de Francisco II, último Duque de Bretaña.
Comemos justo enfrente en el Café Brasserie Lounge de la Plaza St. Pierre. La comida exquisita, por algo menos de 20€/persona un trato amabilísimo, buen servicio y presentación. Sobresaliente. Recomendable.
Esto nos anima a seguir descubriendo Nantes y llegar por la Cours Sainte Pierre hasta el Chateau des ducs de Bretagne. Último castillo del Loira antes de llegar al Océano. Construido con granito y toba blanca en el siglo XV por mandato de Franciso II y posteriormente por su hija Ana. Dos veces Reina de Francia. El castillo está rodeado por el canal de San Félix y una zona verde que sirve de esparcimiento. Pudimos ver mucha gente tomando el sol o en animadas tertulias.
En la actualidad el castillo está totalmente restaurado y alberga el Museo de Historia de Nantes.

Proseguimos con la visita a la Torre Lu. Es un singular edificio dónde se asentó la primera fábrica de las ricas y famosas galletas Lu. Hoy se ha convertido en un museo y espacio de exposiciones.

Otro punto interesante de Nantes para visitar es el Pasagge Pommeraye en la Rue Santeuil, en la zona céntrica de la ciudad. Cuenta con elegantes tiendas y una escalera monumental cubierta por una gran galería acristalada, data del siglo XIX,. Ha servido para rodar muchas películas.
Mucho movimiento de gente, bullicio y un gran ambiente en las terrazas de las cafeterías. Después de pasar por la Place Royale (foto de cabecera) disfrutamos de este espectáculo callejero en una de estas terrazas de la Place du Commerce con una Leffe bien fresquita. El camarero, un gran profesional, atento, rápido y amable.
Nos espera la Ille de Nantes y las Machines de L´ille y el Elefante Mecánico, 12 metros de altura, 45 toneladas y puede llevar de paseo a 45 pasajeros. Sorprendente.
Por un error en la interpretación del horario, hemos llegado diez minutos tarde. Por lo que nos perderemos la visita al Atelier de Machines, un animalario de máquinas, y no podremos montar en el elefante. Nos conformamos una buena colección de fotos.

Nantes Demuestra que es una ciudad que sabe vivir.


Como escribió André Bretón: “Nantes es quizás, junto a París, la única ciudad de Francia donde tengo la sensación de que me puede ocurrir algo que vale la pena…..”




















domingo, 27 de septiembre de 2009

Rumbo al Norte I (Destino Bordeaux)

Del paralelo 29º (allá junto a la Atlantida) al 50º, allá en el Norte. Tierra de Bretones.

La propuesta es muy tentadora como para no aceptarla: Viaje a Bretaña y llegar hasta las playas del desembarco del Día D en Normandía.
Dicen que los buenos planes salen así, sin prepararlos mucho, por sorpresa. En nuestro caso ha sido así. Y ya desde ahora os lo recomiendo.

Primera etapa, primer destino: Vitoria-Gasteiz - Bordeaux

Día 20 de Agosto, 16:30 h.

Salimos rumbo a Francia. La idea es llegar hasta Bordeaux con la intención de dormir en alguno de los hoteles de la periferia. Existe una red de hoteles baratos muy prácticos para una noche, Formule 1, Etap , Premier Clase. Campanile. Si llegas a partir de las 21:00 se puede consultar y reservar la habitación - previo pago electrónico- mediante una máquina expendedora en la entrada. En el ticket se incluye el código de acceso al hotel y a la habitación. Nosotros usaremos los Etap.
Rosa, Josetxu, Iratxe Edurne y yo en la furgoneta de Iratxe, estrenada hace muy poco tiempo, muy cómoda y con mucho espacio. Suena música de Bebé.
Camino de la autovía Edurne saca su nueva cámara de fotos que también estrena hoy. Es mi regalo de cumpleaños.
Pasamos Etxegarate entretenidos aprendiendo el manejo de la cámara y escuchando boleros. Y llueve. 24º
18:15h. “Voila, estamos en la France”. No sé por qué me extraño, pero hay una larga retención por la sucesión de peajes. Es algo que no llego a entender, para mí es un claro ejemplo de la ineficacia de las autoridades. Sigo convencido de que se pueden evitar, o al menos minimizar, ideas no me faltan.
Pero disfrutemos del viaje, no tenemos prisa.
20:45. Reanudamos la marcha, hemos parado en el área de servicio de Sanquet a merendar las riquísimas tortillas de patata de Josetxu acompañadas de Anna (de Codorniu) para celebrar el cumpleaños de Edurne.
Ahora, hasta Bordeaux, 102 kilómetros. Mucho tráfico. Nublado, 23º .
Empiezan a apagarse las luces del día sobre estos extensos bosques de Las Landas y el sur de la Gironda. Ahora muestran las heridas y secuelas de un fuerte temporal del pasado mes de enero y que causó graves daños arrasando 300.000 hectáreas de masa forestal que ahora se ha convertido en grandes montones de madera preparada para su venta. Este hecho ha motivado una fuerte caída de los precios de la madera en esta zona. Una gran catástrofe natural y económica en esta zona ya que la madera es su más importante fuente de ingresos.

LLegamos a Bordeaux ya de noche. Una vez que nos hemos instalado en el hotel, salimos a dar un paseo. Nos tomamos una cerveza en el Karting-Bolera, entre olor a gasolina, ruido de motor y la ilusión de alguno de los y las jóvenes pilotos.




Es hora de cenar y descansar.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Junto a la playa


He estado en la playa, junto al mar. Allá entre los paralelos 27º y 29º N. Por donde debe estar la Atlántida, pero yo no la he visto. Quizás no exista.
Pero este mar sí existe, y desde la playa le oigo gritar, a veces se mezcla con el horizonte en olas blancas de espuma, otras en su natural persistencia choca contra las rocas descomponiéndose en blanquecinas y brillantes gotas, ¿no se harán daño las olas?.
Y veo el horizonte del mar, a veces desaparece entre la bruma marina, a veces nítido, allá a lo lejos (cerca de la Atlántida) se ve la silueta de una isla, si fuera navegante gritaría desde mi goleta: "tierra a la vista".
Pero estoy varado en tierra, en la playa. Una playa que no es la mía, arena oscura producto de tremendas erupciones volcánicas que lanzaron espesas coladas de lava, mantos basálticos, de olivina, riolitas y obsidiana que fueron dejando este color espeso y oscuro. Arenas de otros mundos, arenas que se dejan mecer por el mar y borran los dibujos que los niños dibujan en sus fantasías veraniegas. La playa no guarda nada, todo se borra en la arena por el ir y venir de las olas, sólo deja la arena, arena de otros mundos.